Sistemas de aceite de oliva

ELABORACIÓN POR PARTIDAS

El aceite de cada partida se debe separar de las del resto y se identifica junto con el propietario, por lo que se deben mantener separadas las partidas individuales de olivas durante todo el proceso de elaboración. De esta forma, a cada partida se le asignan los atributos de rendimiento del aceite y coste de molienda que corre a cargo del cliente.
El objetivo de la almazara es el cumplimiento de las expectativas de los clientes que quieren tener la garantía de «llevarse a casa» su propio aceite.
Esto es posible gracias a la característica específica del sistema de elaboración de las aceitunas, que básicamente debe ser adecuado para permitir una separación sencilla de las partidas.
Por lo que respecta a la calidad del aceite obtenido, el almazarero debe ser capaz de controlar el proceso de elaboración a través de sistemas de regulación y monitorización de los parámetros de procesamiento, entre otros temperaturas, tiempos, caudal, lavados, etc.
En cualquier caso, estos parámetros se deben poder modificar y adaptar fácilmente, si fuera necesario, a las características de las diferentes partidas.

Diseñado específicamente para la elaboración por partidas, el dispositivo de descarga del aceite presente en el tambor con cada cambio de partida de las aceitunas procesadas permite descargar todo el aceite alojado en el tambor, añadiendo muy poca agua.
 

ELABORACIÓN SIN PARTIDAS
En la elaboración sin partidas o masiva, las aceitunas se seleccionan en función de la variedad y, en muchos casos, según su origen: aceitunas recogidas del árbol y aceitunas recogidas del suelo. De cada partida de aceitunas se saca una muestra y se determina el peso, con todos los datos identificativos del cliente, tras lo cual, el producto se almacena todo junto a la espera de su elaboración.
El proceso de extracción funciona, por lo tanto, sin interrupciones y las máquinas se detienen solo para los trabajos de limpieza y mantenimiento.

Queda claro que un sistema de este tipo permite optimizar al máximo el volumen de batido y reducir al mínimo los tiempos muertos, al alimentar de manera continua el decantador, con la consecuente mejora del rendimiento del sistema. Con este sistema, la regulación y el respeto de los plazos y las temperaturas de elaboración se convierten en operaciones muy sencillas, por la homogeneidad del producto y la continuidad del proceso.

Los tiempos de batido se configuran en la fase de diseño, adaptando las dimensiones de la sección de batido en función del caudal horario del decantador, mientras que las temperaturas se configuran de manera estándar para tener la temperatura perfecta durante todo el tiempo que dura el proceso de batido.